Borrador de una Figura Quieta
Óleo sobre tabla / 114 x 82 cm
Este Autorretrato con mi madre es otra de las pocas obras realmente autobiográficas que he pintado, junto a la que hice con mi padre. Nace de una fotografía de principios de los 2000, marcada por el potente flash de la cámara, que ilumina la escena con un blanco casi deslumbrante.
La composición, inspirada en una obra de Sorolla donde una madre aparece con su hijo en la cama, se sostiene sobre ese espacio vacío y luminoso. Solo algunos elementos rompen la blancura: el pijama de flores rojas que recuerdo de mi madre y el cabecero negro de la cama, tan ruidoso y molesto en la memoria.
Yo aparezco con gesto de sorpresa, mirando directamente a la cámara, mientras ella duerme a mi lado. Es una imagen sencilla, pero que se convierte en recuerdo compartido: un instante congelado en la intimidad familiar, transformado aquí en pintura.

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