Noche azul y naranja
Óleo sobre tabla / 25 x 25 cm
Esta obra, más pequeña y pensada como “hermana menor” de la anterior, representa a, quizás el mismo joven, sentado en el borde de la cama, esta vez sin camiseta y teñido por completo de un naranja intenso. No es un retrato literal, sino un recurso pictórico: a veces la pintura necesita tomarse libertades para funcionar por sí misma, más allá de la realidad.
La escena transcurre de noche. A través de la ventana se cuelan las luces del edificio de enfrente, mientras una claridad lateral ilumina el pecho, el hombro y la mano del joven. El ambiente frío del exterior contrasta con el resplandor cálido que lo recorta. Podría ser el mismo personaje que en Otra vez, atrapado en otro instante distinto pero similar, con un mismo estado de ánimo.

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